Soy originario del sur de Chile, nacido en la ciudad de Concepción. Desde pequeño, mis juegos giraban en torno a las artes marciales, especialmente las de Bruce Lee. Sin querer, imitábamos ser alumnos de artes marciales, y yo solía ponerme al frente para instruir a mis amigos, quizás anticipando lo que vendría más adelante.
Al finalizar mi educación básica, nos trasladamos a vivir a Santiago, donde tuve la oportunidad de conocer la disciplina del Aikido. A los 14 años, gracias a un tío y sus películas de acción, especialmente las de Steven Seagal, quedé impresionado por los movimientos y la habilidad con las articulaciones que mostraba. Esto despertó en mí un gran interés por esa disciplina.
Encontré un lugar en Santiago donde se practicaba Aikido y, después de clases, generalmente a las 19:00 hrs, me acercaba para observar las prácticas. Aunque no eran visitas recurrentes, las pocas veces que fui bastaron para saber que eso era lo que quería aprender.
Mi aprendizaje no comenzó allí, ya que por motivos familiares nos trasladamos a vivir al campo en la IX región, específicamente entre Villarrica y Lican Ray. Durante ese tiempo, maduré en otros aspectos, como el gusto por el deporte y el fortalecimiento del cuerpo. Busqué actividades marciales en Villarrica, pero eran casi inexistentes y las que había no me agradaron.
Después de terminar la colegiatura, me trasladé nuevamente de ciudad, esta vez a Antofagasta, para cumplir mis estudios de Ingeniería. En Antofagasta, buscaba una actividad marcial a la cual pertenecer y estuve casi decidido a practicar Judo. Sin embargo, por azares del destino, vi un cartel en mi casa de estudios que anunciaba una muestra de artes marciales en la UCN, incluyendo Aikido, Judo, Karate y Taekwondo.
Me interesó el Aikido y asistí a la muestra, realizada en octubre de 1999 en el gimnasio Luis Bisquertt Susarte de la UCN. Sentado en primera fila, quedé completamente fascinado con lo que veía. Fue allí donde conocí a mi primer maestro de Aikido, Patricio Ogino, entonces alumno de geología e instructor de Aikido en la UCN. También tuve el agrado de conocer a su maestro, Sensei Jorge Rojo, actualmente 7mo Dan Shihan del Aikikai de Tokio y propulsor del Aikido en Chile, quien llegaría a ser mi maestro de Aikido.
Después de esa exhibición, me acerqué para saber cómo unirme a la rama e iniciar mi enseñanza. Desde entonces, no he dejado de practicar y actualmente lidero la enseñanza del Aikido en la UCN y en Antofagasta.
En 2001, el instructor Ogino dejó la ciudad de Antofagasta, por lo que asumí el liderazgo de la rama de Aikido UCN junto a mis grandes amigos Roberto López, Edward Brandt y Miguel Reyes. Nos capacitamos constantemente en la casa matriz en Santiago para poder educar con bases sólidas a los nuevos alumnos. En ese entonces, teníamos solo 5to kyu, pero ya éramos alumnos de avance rápido.
En 2004, junto a Edward Brandt, iniciamos un taller infantil de Aikido, el cual continúa hasta la fecha. Desde 2012, y debido a diferentes circunstancias, me quedé a cargo de mantener la disciplina del Aikido en el norte del país, específicamente en Antofagasta.
En el periodo pre-pandemia, desarrollábamos en la UCN talleres infantiles (de 7 a 12 años) desde 2004, talleres de Play Group (de 4 a 6 años) desde 2013, talleres de adultos desde 2001, talleres de pre-adolescentes y talleres de damas desde 2017.
Durante la pandemia, tratamos de no detenernos y mantuvimos el entrenamiento personal, enfocado principalmente en las armas utilizadas en el Aikido. En septiembre de 2020, iniciamos una rutina diaria en la playa a las 06:30 am, con prácticas de armas con un grupo reducido de alumnos constantes.
En octubre de 2021, después de un extenso periodo sin alumnos en espacios cerrados, retomamos las prácticas presenciales, las cuales no hemos detenido hasta la fecha. Más que recuperar el tiempo perdido, buscamos aprender y avanzar sobre lo ya aprendido.